En política hay que sanar los males, jamás vengarlos

martes, 7 de junio de 2011

Carta de Luis María Ansón a Rosa Díez

Éxito al denunciar el despilfarro de los coches oficiales

Querida Rosa
No te eches para atrás. El aplauso del ciudadano medio se ha generalizado en apoyo a tu propuesta de que los concejales renuncien a los coches oficiales. Los madrileños estamos pagando, a cargo de unos impuestos casi confiscatorios, 150 automóviles, números redondos, para uso y disfrute de concejales y paniaguados. El ciudadano sabe muy bien lo que le ha costado comprar su coche, mantenerlo, renovarlo cada cinco o seis años, sufragar los gastos de seguro, gasolina, limpieza, ruedas, revisiones y reparaciones. A todos esos gastos hay que añadir los sueldos del tropel de choferes y escoltas que se moverán en torno a los doscientos. Y ello sin detenernos en que el propietario particular controla las facturas de los talleres y en los Ayuntamientos se paga sin rechistar el abuso de muchas de las reparaciones.
Mira, querida Rosa, el Ayuntamiento de Madrid debe disponer como máximo de un automóvil para el alcalde, otro para el vicealcalde, y cuatro más de incidencias con sus respectivos choferes. El resto de las necesidades de movilidad se puede externalizar. Hay empresas especializadas en ello. Justificada la necesidad de un concejal para un desplazamiento concreto en vehículo oficial, se avisa, bajo control, al servicio externo y el asunto queda solucionado. La externalización del parque móvil madrileño rebajaría la factura que pagan los madrileños por los coches, los seguros, la gasolina, las reparaciones, los choferes y los escoltas, tal vez a la décima parte.
Los abusos de la clase política, el despilfarro de los partidos, la política entendida como negocio, han provocado la vergüenza nacional: entre los diez grandes problemas que atosigan a los españoles figuran en tercer lugar los partidos políticos y en quinto, el Gobierno. Partidos y Gobierno, que existen para solucionar los problemas de la nación, se han convertido, en lugar de en una solución, en uno de los principales problemas que padecemos.
Así, mi querida Rosa, que enhorabuena por tu decisión. Solo sobre bases de austeridad y honradez la clase política podrá recuperar el crédito que ahora arrastra por los suelos. Articulo de la Web nacional de Unión Progreso y Democracia.

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